miércoles, 21 de diciembre de 2016

Organizaciones afrobrasileñas denunciaron en la OEA creciente violencia contra las mujeres negras

Racismo, sexismo, genocidio y lesbofobia fueron algunos de los componentes de una realidad que denunciaron las mujeres brasileñas afrodescendientes en dos protestas recientes que tuvieron lugar en distintas ciudades. Varias de las asistentes a las movilizaciones se quejaron en declaraciones a los medios por la discriminación que sufren por ser negras y aseguraron que en Brasil todavía se las trata como si fueran esclavas.

¿Cuando se realizaron las protestas y què las motivò?

A comienzos de octubre las agrupaciones civiles Geledés y Criola presentaron ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) un informe para denunciar la creciente violencia contra las mujeres negras en Brasil. Además, plantearon una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y presentaron como prueba el mismo informe.

Nilza Iraci, de Geledés, explicó a la Agência Brasil que el documento incluye el relato de casos diversos de violencia hacia la mujer negra, desde el asesinato de travestis y transexuales hasta el racismo institucional, policial y judicial. Las denuncias, agregó Iraci, llevaron a que la OEA coordinara, para diciembre, una visita de Margarette Macaulay, la relatora de la organización para los Derechos de los Afrodescendientes contra la Discriminación Racial.


 
Aumento de asesinatos de mujeres negras en Brasil.


El informe afirma que mientras los asesinatos de mujeres blancas descendieron 9,3% entre 2002 y 2013, los de mujeres negras aumentaron 54,2%. En el período 2011-2013, fueron asesinadas 5.860 mujeres negras, 45% de ellas de entre diez y 29 años. En todo el país, la tasa de mujeres negras asesinadas es 2,25 veces más alta que la de blancas.

Brasil aprobó en 2015 una ley que crea el delito de feminicidio, por lo que todavía no se tienen datos sobre cuántos de los asesinatos de mujeres corresponden a homicidios por motivos de género.

Datos que se repiten en toda Amèrica Latina y que en Brasil son escandalosos

Sin embargo, hay un intento de aproximar la cifra en el Mapa de Violencia de Brasil de 2015, realizado por Julio Jacobo Waiselfisz, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Para contar con una aproximación, Waiselfisz filtró los asesinatos de mujeres para incluir solamente aquellos cometidos por familiares directos, parejas o ex parejas. A partir de esos datos, estima que en 2015, 50% de los 4.762 asesinatos de mujeres fueron feminicidios. 

La Central de Atención a la Mujer Víctima de Violencia Doméstica, un organismo estatal, informó que en los primeros seis meses del año la mayoría de las denuncias por violencia de género fueron presentadas por mujeres negras: 60%. Como aspecto positivo, las autoridades destacaron que las denuncias aumentaron mes a mes.

Waiselfisz indica en su informe que las mujeres negras no sólo son víctimas más frecuentes de la violencia doméstica, sino también de otros casos, como las violaciones grupales que terminan en asesinato y el abuso policial que deriva en homicidio, sean estos intencionales o no.

El informe presentado por Geledés y Criola incluye un capítulo para cada tipo de violencia de la que es víctima la mujer negra. Uno de ellos trata sobre los asesinatos de mujeres lesbianas, travestis y transexuales, que fueron 118 entre octubre de 2014 y setiembre de 2015. La mayoría de las víctimas eran negras, aunque se desconoce el dato preciso por falta de registros. También se repasan algunos casos puntuales, como el de Francisca das Chagas Silva, una trabajadora rural de Maranhão, defensora de los derechos humanos y dirigente sindical que fue violada y asesinada a los 34 años en febrero. La investigación sobre su muerte no ha llegado a los responsables que, según sus familiares y compañeros, cometieron el asesinato por orden de estancieros y empresarios de la zona. Otro caso es el de Luana Barbosa dos Reis, que también fue asesinada a los 34 años, en abril, presuntamente por dos policías militares a quienes les exigió que, si la iban a cachear, convocaran a una mujer. La golpearon de tal forma que murió tras estar internada durante cinco días en cuidados intensivos.

En los últimos diez años, la situación empeoró para las mujeres negras, dijo a la agencia de noticias IPS Jurema Werneck, una de las coordinadoras de Criola, quien aseguró que el contraste entre el descenso en las muertes de las mujeres blancas y el aumento en el caso de las negras se explica por el racismo. “Los mecanismos de combate a la violencia no protegen la vida de todos de la misma manera”, opinó, y aseguró que “sin reconocer al racismo, las políticas públicas no serán adecuadas a las necesidades de la mujer negra”. Agregó: “Hay que enfrentar el racismo, preparar los funcionarios, sean policiales o gestores, para atendernos como seres humanos”. Ambas organizaciones insisten, tanto en su informe como en sus declaraciones públicas, en que el tratamiento que reciben las mujeres negras de la Policía es muy distinto del que esta les dispensa a las blancas. Entre otras cosas, cuentan que es habitual que no se tomen sus denuncias, que las insulten o directamente que abusen de ellas.

Nathália Diórgenes, asistente social, militante de la Marcha Mundial de las Mujeres e investigadora de la Universidad Federal de Pernambuco, mencionó otro ejemplo: recordó que recién en 2011 las empleadas domésticas, la mayoría de las cuales son negras, tuvieron los mismos derechos que cualquier otro trabajador al aprobarse una ley que regula su situación laboral. “Eso tiene que ver con la continuidad de las relaciones de esclavitud”, dijo.

En términos similares a los utilizados por Werneck, Diórgenes aseguró que la violencia contra las mujeres negras “debe ser enfrentada en su totalidad” para superar los varios problemas que enfrenta esta población, que van desde los mayores índices de desempleo hasta los porcentajes más grandes de analfabetismo.



Fuente: ACSUN, Lic. Javier Dìaz, OEA, La diaria, Geledes, Criolla.

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